Cua, cua

Esta tarta fue con motivo de los 22 años y de ahí los dos patitos. Lo único que hace falta es tener imaginación y quizá en vez de poner “Felices 22” podamos incluir algo más original y no tan evidente, a gusto del consumidor ya sabéis ;)

Algo bueno que tienen estas tartas caseras es que intento que estén jugosas. Para ello las abro en dos con ayuda de una lira, la cual nos puede servir no solo para abrirlo en dos, sino también para recortar la capa superior del bizcocho que queda más durita y así poder nivelarlo.

Una vez abierto se puede rellenar con lo que se prefiera pero lo mejor es emborrachar un poco el bizcocho, hirviendo un poco de agua y azúcar, y luego untar mermelada, nocilla, etc…

En este caso el bizcocho era de limón y lo rellené con chocolate para cocinar, derretido.

¿Marioneta o fondant?

Pocas veces se presentará la oportunidad en que tengáis un amigo que se llama igual que un dibujo animado o, en este caso, una marioneta. Así que hay que aprovechar el momento!!! Por ello intenté hacer una rana Gustavo o un Kermit mejor dicho. Para hacerlo, lo mejor es mirar una foto, un muñeco similar o por qué no, hacer tú mismo un dibujo.

Espero que os guste y que pronto me digáis ideas que tenéis para hacer vuestras propias tartas J

La verdad es que esta rana está algo gordita, pero pensé que sería normal porque han pasado muchos años y la cerveza pasa factura ;)

En cuanto a las letras, ya que el otro día hablé de algunos tamaños más pequeños, éstas están hechas a mano (a pulso con un cuchillo) y por eso son más grandes, lo cual en este caso viene bien ya que la tarta es grande y tenemos espacio para decorarla.

¿Quién dijo que la sencillez no podía ser bonita?

Mi tercera tarta, algo improvisada y bastante sencilla pero quedó bonita porque la verdad es que estas tartas no necesitan tener millones de adornos para llamar la atención.

Primero la vemos como un sombrerito, queda bastante simple pero ya con ese lacito que le ponemos alrededor dice algo más!

Y no hay nada que no se arregle con unas bonitas flores, las cuales estaban duras, durísimas, pero aún así se dejaron comer.

No las hice yo, la verdad es que aún no sé hacerlas. Sé que venden unas tijeras para recortar pétalos y poder hacerlas pero la verdad es que primero necesitaría saber cómo, así que tendré que investigar o si hay alguien que quiera ponerme cómo se hacen, encantada J

Y por último unas letras de adorno. Me compré unos moldes que eran bastante malos porque las letras son demasiado pequeñas y luego o se rompen o cuesta sacarlas del molde así que terminé por comprarme unas un poco más grandes que son mucho más cómodas, aunque en tartas más pequeñas es verdad que meter un felicidades en grande quizá sea más complicado, pero ahí entra la imaginación de cada uno.

Y por si alguien está pensando en comprarse algunas, en mi opinión las medianas (que no tienen porque ser enormes) son más fáciles de manejar y más útiles.

  

Es la perfecta tarta para los que quieren empezar en este mundillo! 

Con decoración personalizada

Esta tarta fue mi segunda tarta y a mi madre se le ocurrió que ya estábamos listas para hacer una de dos pisos. Y yo y mi incesante sed de probar cosas nuevas se me ocurrió forrar la tarta con fondant toda de una vez, es decir, los dos pisos ya montados, y he de decir que… no es lo ideal. Aún así el fondant no se agrietó hasta el traslado, para variar.

En este caso hice una tarta decorada con un lazo y estrellas y corazones en la parte inferior. Estos los hice con moldes que tenía para hacer galletas que traen también unos más pequeños por si quieres decorar las galletas con fondant (otro día subiré esas fotos).

Pero lo más llamativo de la tarta son los objetos que hice. En este caso cada uno va destinado a una persona en especial y cada uno tiene un significado. Eso es lo mejor de las tartas personalizadas: puedes hacer algo que los caracterice.

Hice un ipod para mi prima…

 Aquí por ejemplo la gente vería algo raro pero en realidad es una máquina de cera ya que mi tía se dedicó a eso. Para simular la cera usé purpurina dorada y para pintar los mandos del lateral utilicé un palillo pero quizá hubiese sido más cómodo un pincel ;)

Y un martillo para mi tío…

Mi primer blog, mi primera entrada, mi primera tarta.

Por fin y después de que mucha gente me dijese que debería hacerme un blog o similar para que los demás pudiesen ver mis tartas, me he decido a hacerlo.

Recuerdo que todo empezó porque mi madre quiso regalarles una tarta especial a mis tíos por su cumpleaños y buscando por internet di con una página web donde las vendían. Cuando la probamos descubrimos que no solo era bonita sino que también estaba muy rica. Más tarde en esa página encontré que la mujer que hacía las tartas iba a dar una clase así que me apunté. Esa es la única clase a la que he asistido pero me gustó tanto que empecé a hacerlas por mi cuenta y a indagar por internet los sitios donde podía comprar los materiales. Así, poco a poco, y a base de ensayo-error he ido practicando.

De pequeña siempre me había gustado hacer bizcochos, ¿o quizás era comerlos? El caso es que con estas tartas era como empezar a subir el nivel pero al menos el hacer los bizcochos ya lo tenía aprendido.

A continuación os enseño cómo quedó mi primera tarta, que teniendo en cuenta mi problema técnico, no quedó mal. Resulta que, para la capa de mantequilla que recubre el bizcocho antes de poner el fondant, en lugar de usar mantequilla, usé margarina… aquello nunca se ponía duro, ni con una hora en la nevera ni con tres. Pero, a pesar de ello, el fondant se portó bien y… podría haber sido peor (a decir verdad lo peor fue el traslado de la tarta lo cual es lógico porque al no endurecerse la mantequilla, el fondant se escurría). Así que, como os digo, de los errores se aprende y ya nunca más me he vuelto a confundir. En cuanto al fondant, se me agrietó bastante y esas grietas eran dificilísimas de quitar. Yo creo que fue porque tenía demasiada harina, sin embargo, aún estoy en periodo de prueba.

El motivo de la tarta fue para una amiga que acababa la carrera de fisioterapeuta así que se me ocurrió hacerle una camilla con un señor preparado para ser masajeado, y a juzgar por la sonrisa de felicidad que tiene seguro que lo está deseando.

Espero que os guste, y bienvenidos todos los Tartistas! :)