Esta tarta fue con motivo de los
22 años y de ahí los dos patitos. Lo único que hace falta es tener imaginación
y quizá en vez de poner “Felices 22” podamos incluir algo más original y no tan
evidente, a gusto del consumidor ya sabéis ;)
Algo bueno que tienen estas
tartas caseras es que intento que estén jugosas. Para ello las abro en dos con
ayuda de una lira, la cual nos puede servir no solo para abrirlo en dos, sino también
para recortar la capa superior del bizcocho que queda más durita y así poder
nivelarlo.
Una vez abierto se puede rellenar
con lo que se prefiera pero lo mejor es emborrachar un poco el bizcocho, hirviendo
un poco de agua y azúcar, y luego untar mermelada, nocilla, etc…
En este caso el bizcocho era de
limón y lo rellené con chocolate para cocinar, derretido.
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